Cuando hablamos de visualización en arquitectura, inmediatamente imaginamos bocetos, representaciones computacionales y dibujos. Esto se debe a que casi siempre asociamos el término con ideas gráficas, que muestran un proyecto que aún no está construido, ya sea para la validación de decisiones estéticas y funcionales o para la comprensión del propio cliente, a menudo no familiarizado con los dibujos técnicos. Pero más allá de las capas superficiales de los materiales, planos, texturas y colores, al realizar un proyecto, los arquitectos deben ser conscientes de los problemas técnicos e invisibles a simple vista, que pueden influir directamente en el proyecto o en el uso futuro del edificio habitado.
Comprender cómo se transfiere el calor entre materiales y superficies, cómo se distribuyen los esfuerzos estructurales en un elemento de apoyo e incluso cómo se disipan las ondas de sonido en un espacio, es de vital importancia para mejorar las especificaciones e incluso evitar futuras patologías en la construcción. Pero estos procesos, aunque influyen enormemente en la vida cotidiana, son invisibles para los ojos. La capacidad de resaltarlos en un lenguaje gráfico puede ayudar a la comprensión de todas las partes, desde los propios arquitectos, ingenieros, y fabricantes hasta los clientes, permitiendo responder preguntas y facilitar la toma de decisiones. Por lo general, los gráficos se realizan a través de gradientes de color, siempre acompañados de subtítulos para mostrar la magnitud de los números, proporcionando resultados estéticos muy hermosos.
Hasta hace poco, este tipo de visualización era utilizado principalmente por los ingenieros calculistas, y las gráficas eran generadas por sus propios programas computacionales. Con la difusión de BIM, donde cada elemento del proyecto puede recibir especificaciones de material, resistencia y capacidad de absorción de sonido o calor, este proceso se ha vuelto cada vez más popular. Por ejemplo, Autodesk lanzó recientemente Robot Structural Analysis, un software de análisis de carga estructural que funciona integrado con Revit. Para simulaciones de energía, Autodesk lanzó además el programa Energy Analysis, que tiene como objetivo realizar análisis energéticos en todas las etapas de diseño, desde la fase conceptual hasta el desarrollo de detalles, garantizando al diseñador la posibilidad de calcular constantemente la eficiencia energética del proyecto.
En el caso de Archicad, GRAPHISOFT EcoDesigner STAR es una extensión desarrollada para apoyar proyectos de construcción de alta eficiencia energética, transformando el Modelo de Información de Construcción (BIM) de Archicad en varios Modelos Energéticos del Edificio (BEM) de zonas térmicas. Este programa permite realizar análisis climáticos, localizar las principales fuentes de pérdidas de energía y realizar simulaciones energéticas para los proyectos. En el extendido software de modelado Sketchup, el Sefaira, que forma parte del paquete SketchUp Studio, permite desarrollar análisis del uso energético, la luz del día, el confort térmico de los ocupantes y varias otras funciones similares.
Cove.tool es un consultor automatizado de sostenibilidad. Su lema es hacer que el edificio cueste menos y funcione mejor. Permite a los diseñadores optimizar la masa, la fachada, los materiales y más. Complementos (o plug-ins) se pueden utilizar para importar las geometrías de otros software, como Revit, Rhinoceros y Sketchup, o para modelarlo directamente usando una interfaz web simple.
Otro ejemplo es el VELUX Daylight Visualizer, una herramienta de simulación que permite analizar las condiciones de luz natural en los edificios, ayudando a los profesionales a predecir y documentar los niveles de luz natural y la apariencia de un espacio antes de su construcción. Simula y cuantifica con precisión los niveles de luz natural en interiores, generando informes e imágenes explicativas con sus respectivos valores.
Estos son solo algunos ejemplos de software y aplicaciones que permiten cuantificar los flujos de energía y esfuerzos, elementos que son extremadamente difíciles de representar. Revisa, en esta carpeta de My ArchDaily y en la galería a continuación, algunos otros ejemplos de proyectos y arquitectos que utilizan diagramas de calor, tensiones estructurales, o radiaciones solares y acústicas.